En respuesta a los recientes ataques terroristas en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, ha anunciado que el Gobierno colombiano adoptará medidas más contundentes en materia militar y policial. Velasco, desde Cali, subrayó la responsabilidad del Estado y del Gobierno de enfrentar la guerra declarada por ciertos grupos armados.
Los recientes atentados, que han generado una ola de preocupación y temor entre los ciudadanos, han llevado al ministro a declarar la necesidad de una respuesta enérgica. “Evidentemente vamos a tener que hacer acciones mucho más contundentes en materia militar y policial porque cuando se le declara la guerra a un Estado y a una sociedad, el Estado y el Gobierno tienen el deber de enfrentar esa guerra”, afirmó Velasco.
Esta declaración se produce en un momento crítico, en el que la violencia en ciertas regiones del país ha alcanzado niveles alarmantes. Los ataques en el Cauca y Valle del Cauca han sido particularmente devastadores, afectando tanto a la población civil como a la infraestructura local.
Velasco también expresó su escepticismo respecto a la voluntad de paz de algunos grupos armados, especialmente las disidencias de las FARC. “Tenemos que confirmar la autoría, pero uno podría pensar de dónde vienen este tipo de ataques. El Gobierno Nacional no creyó en la voluntad de paz de estas organizaciones que rompieron el cese al fuego”, puntualizó.
El ministro Velasco dejó claro que el presidente ha dado instrucciones precisas para enfrentar esta amenaza. “Desde el Gobierno, exigiremos más resultados y más contundencia a la fuerza pública, porque la instrucción del presidente es combatir a estos terroristas”, señaló.
Por parte del Gobierno a los ataques terroristas en el Cauca y Valle del Cauca, liderada por el ministro del Interior Luis Fernando Velasco, representa un paso importante hacia la restauración de la seguridad y la estabilidad en estas regiones. Con una estrategia más contundente y un enfoque renovado en la eficacia y la cooperación, hay una esperanza palpable de que Colombia pueda superar este oscuro capítulo de su historia y avanzar hacia un futuro más seguro y pacífico.