La semana pasada el presidente auto celebró que su gobierno estaba logrando que los ingresos de turismo se hubieran igualado a los ingresos de carbón. Incluso aseguró que estaba cumpliendo sus promesas. Efectivamente los ingresos por carbón en los últimos doce meses con corte a marzo, estaban muy cerca de aquellos que provienen del turismo. Por turismo ingresaron al país 7,9 mil millones de dólares y por carbón 8,1 mil millones de dólares. Está cercanía de ingresos también se dio en 2003, en 2016 y 2020; pero no se debe a un crecimiento de los ingresos por turismo, sino a una caída de los de carbón. Mientras en el 2023 ingresaron por carbón 13,1 mil millones de dólares, en el 2024 caímos a 8,1 mil millones.
Los ingresos de carbón tuvieron una caída en términos reales de más de 6 mil millones de dólares, aquella pérdida permitió igualarlos con los ingresos por turismo. Estos últimos desde 2013 se han mantenido entre 6 mil y 8 mil millones de dólares por año. En términos netos, el país recibía en 2023 entre carbón y turismo 19,8 mil millones de dólares, en el 2024 recibe 16 mil millones de dólares. La caída total en divisas es del -19%.
No hay nada que celebrar: Hoy como resultado del gobierno Petro recibimos menos divisas por carbón y prácticamente las mismas por turismo. Esto habrá que sumarle que Petro prohibió la exportación de carbón a Israel hace algunas semanas.
Más aún, cabe recordar que la promesa de Petro no fue con carbón, sino que prometió reemplazar los ingresos de petróleo por unos provenientes del turismo. Vamos casi dos años y la diferencia con ingresos petroleros se ha mantenido.
Esta diferencia siempre ha sido sustantivamente alta a favor del petróleo, pese a que Colombia no es un gran productor. La pequeña reducción entre la brecha entre petróleo y turismo del último año no se ha dado por un aumento en el ingreso de divisas turísticas, sino otra vez, por una caída en los ingresos petroleros.
En los últimos cinco años con corte anual a marzo el país ha recibido en promedio 17 mil millones de dólares por año por petróleo. Sin embargo, en lo corrido doce meses a marzo del 2023 se recibieron 19 mil millones de dólares, y en el 2024 cayó a 15,8 mil millones de dólares. Esta caída redujo la diferencia entre turismo y petróleo, pero se mantiene una gran brecha. En 2003 la diferencia era de 6,9 mil millones de dólares, mientras que en el 2010 la diferencia era de 19 mil millones (a precios del 2024). Hoy la brecha es de cerca de 7,8 mil millones de dólares. El gobierno Petro solo ha logrado reducir las exportaciones de petróleo del país sin reemplazarlas por turismo.
Tampoco es cierto que el turismo esté presentando un gran aumento en este gobierno. Este año los ingresos por viajes de turismo regresaron a los niveles prepandemia del 2019. A precios del 2024, en el 2015 ingresaban 6,6 mil millones de dólares, en el 2018, 7,5 mil millones, en el 2024, 7,9 mil millones. No hay ninguna política del gobierno Petro que haya cambiado esta tendencia ligeramente creciente.
En 2023 hubo 12,8 millones de viajes internos en Colombia, 1,1 millón menos de viajes que antes de la pandemia (2019). Para el mes de abril del 2024 la caída de visitantes no residentes fue del -3,3%. Uno de cada cuatro colombianos que residen en el exterior dejó de venir al país en abril de 2024. Esto se suma que en marzo de este año la ocupación hotelera estuvo en 49,7% por debajo de los últimos tres años y lejos del 58,4% del año 2019.
Las exportaciones totales en Colombia no han logrado los niveles del 2022. En abril del 2024 se exportaron 4 mil millones de dólares, mientras en abril del 2022 eran 5,5 mil millones de dólares. La exportación de combustibles y producción de industrias extractivas en año corrido hasta abril lleva dos años cayendo. Este año la caída ha sido del 10%, en el 2023 fue del 14%. Ecopetrol también reportó una caída en las utilidades en el primer trimestre del 19,5%.
De manera que simplemente nos estamos empobreciendo; perdemos ingresos.
Paloma Valencia