El reciente terremoto de magnitud 6,8 en el Tíbet, cerca de la frontera con Nepal, deja un saldo devastador: al menos 95 muertos, más de 130 heridos y un millar de viviendas dañadas, según informes oficiales. El sismo, que también se sintió en Nepal y partes de India, destaca la vulnerabilidad de la región montañosa ante desastres naturales.
La mañana del martes, la tierra tembló con fuerza en el condado de Dingri, en la región autónoma del Tíbet, China. Según el Centro de Redes Sísmicas de China, el epicentro del terremoto se situó en Dingri, a gran altitud y cerca del monte Everest. Aunque los servicios geológicos estadounidenses calcularon la magnitud del evento en 7,1, la cifra oficial china la ubicó en 6,8. Este ha sido el temblor más intenso registrado en un radio de 200 kilómetros en los últimos cinco años.
Los informes iniciales presentados por la agencia estatal Xinhua contabilizaban 32 fallecidos, pero con el paso de las horas, la cifra aumentó a 95, mientras los equipos de rescate continúan trabajando en medio de escombros y temperaturas extremas que alcanzan los -18 °C durante la noche.
Las primeras imágenes tras el desastre
Videos difundidos por la cadena estatal CCTV mostraron escenas de devastación. Casas con paredes derrumbadas, coches sepultados bajo ladrillos y calles cubiertas de escombros fueron algunas de las primeras imágenes que llegaron al mundo. Los equipos de rescate, vestidos con uniformes naranjas, se movilizaban entre los destrozos para ayudar a los supervivientes, mientras distribuían mantas y artículos de primera necesidad.
En un supermercado del condado, la cámara captó el momento en que los estantes se sacudían violentamente y los productos caían al suelo mientras los clientes huían aterrorizados. Sangji Dangzhi, propietario del establecimiento, describió la situación como «muy grave», indicando que las construcciones locales, hechas mayoritariamente de tierra, colapsaron fácilmente con el sismo.
“Muchas casas colapsaron, y las ambulancias no han dejado de llegar al hospital desde temprano en la mañana”, aseguró Dangzhi en una entrevista telefónica. Las autoridades locales informaron que al menos 1.000 viviendas sufrieron daños significativos, dejando a muchas familias sin refugio en condiciones climáticas extremas.
Esfuerzos de rescate y asistencia humanitaria
El presidente chino, Xi Jinping, ordenó una movilización inmediata para minimizar las víctimas, reubicar a los afectados y garantizar su seguridad en medio del crudo invierno tibetano. Equipos de rescate han sido enviados al área, junto con suministros de emergencia como tiendas de campaña, edredones y alimentos. Sin embargo, la ubicación remota de Dingri y las bajas temperaturas complican las labores de rescate y distribución de ayuda.
Mientras las autoridades locales continúan evaluando los daños, la Administración Meteorológica de China advirtió que el clima podría dificultar aún más la situación. Durante el día, las temperaturas rondan los -8 °C, pero al caer la noche descienden drásticamente.
En un comunicado, Xinhua destacó que los esfuerzos de rescate se centran en contactar a poblados remotos y enviar apoyo urgente. La combinación de temperaturas extremas y la altitud elevada convierten a Dingri en una región particularmente desafiante para enfrentar desastres naturales como este.
Impacto regional y precedentes sísmicos
El terremoto no solo afectó a China. En Nepal, el movimiento se sintió en la capital, Katmandú, y en localidades cercanas al campamento base del Everest. Jagat Prasad Bhusal, un funcionario en Namche, indicó que aunque no se reportaron daños inmediatos en su área, el temblor despertó a toda la comunidad. En India, los temblores alcanzaron el estado de Bihar, aunque tampoco se registraron víctimas.
El Himalaya es una de las regiones más sísmicas del mundo debido a la interacción entre las placas tectónicas Índica y Euroasiática. Este fenómeno no es nuevo para los países vecinos. En 2015, un devastador terremoto de magnitud 7,8 en Nepal dejó cerca de 9.000 muertos y más de 22.000 heridos, destruyendo medio millón de viviendas.
China también ha enfrentado tragedias sísmicas recientes. En 2014, un terremoto en la provincia de Yunnan cobró la vida de más de 600 personas, mientras que, en enero del año pasado, un sismo en la frontera entre China y Kirguistán dejó tres muertos y decenas de heridos. Estos eventos subrayan la necesidad de fortalecer las infraestructuras en zonas vulnerables para mitigar los impactos de futuros desastres.
¿Qué sigue para los afectados del Tíbet?
El terremoto de Dingri es un recordatorio doloroso de la fragilidad de las comunidades montañosas frente a desastres naturales. Las próximas semanas serán cruciales para garantizar la seguridad y el bienestar de los miles de residentes afectados. Las autoridades chinas tendrán que enfrentarse no solo al reto de la reconstrucción, sino también al desafío de proteger a estas comunidades frente a futuras catástrofes.
En un contexto donde los terremotos son una amenaza constante, ¿qué medidas tomarán las autoridades para reforzar las infraestructuras locales y reducir las vulnerabilidades en la región? El Tíbet, una región de belleza y resistencia, ahora enfrenta la ardua tarea de levantarse una vez más.