En la tarde del pasado 20 de enero, la fiscal Angélica Monsalve, conocida por su postura crítica frente a la corrupción en las instituciones colombianas, anunció su renuncia al cargo de fiscal delegada ante jueces de circuito. La funcionaria, quien ha estado en el centro de múltiples controversias por sus opiniones y denuncias públicas, aseguró que su decisión responde a la «descomposición moral» que, según ella, permea la Fiscalía General de la Nación.
La noticia fue confirmada por Monsalve a través de su cuenta oficial de X (anteriormente Twitter), donde expresó que su salida, efectiva el 31 de enero de 2025, obedece a una falta de confianza en los valores éticos del organismo y a un contexto de persecución en su contra. “Fiel a mis principios y valores, hoy he decidido renunciar a mi cargo (…) no puedo continuar cohonestando actos que riñen con la moral y la justicia que una entidad como la fiscalía debe tener para con los administrados, que somos todos los colombianos”, escribió en un mensaje que rápidamente generó reacciones a nivel nacional.
La crítica a la dirección de Luz Adriana Camargo Garzón
En su declaración, Monsalve cuestionó duramente la administración de Luz Adriana Camargo Garzón, actual directora de la Fiscalía. Según la funcionaria, las expectativas de cambio en la institución no se han cumplido y, por el contrario, aseguró que figuras como Francisco Barbosa y Martha Mancera, quienes lideraron la entidad en el pasado, “siguen mandando en cuerpo ajeno”.
Monsalve señaló que, pese a las promesas de transformar la Fiscalía y reforzar la lucha contra la corrupción, la situación dentro del organismo no ha mejorado. “Muchos creímos que el cambio de administración llenaría las expectativas de evitar y castigar el tipo de tropelías que cometieron Barbosa y Mancera, pero (…) parece que seguimos igual”, afirmó.
La fiscal también relató episodios de presiones internas, asegurando que algunos de sus superiores la obligaron a tomar decisiones en contra de sus principios. “El mensaje es: ‘haz lo que te decimos o te jodemos, no puedes pensar’”, señaló Monsalve, aludiendo a lo que describió como un ambiente hostil y de constante intimidación dentro de la entidad.
Una trayectoria marcada por denuncias y persecuciones
El nombre de Angélica Monsalve no es ajeno a las polémicas. A lo largo de su carrera, la funcionaria ha denunciado presuntas irregularidades dentro de la Fiscalía, así como actos de corrupción que involucran a altos funcionarios y empresarios. No obstante, estas acciones le han costado enfrentarse a once procesos penales en su contra, todos abiertos durante la administración de Barbosa y Mancera.
Entre los episodios más destacados de su trayectoria figura su llamado a juicio, en enero de 2024, tras ser acusada de solicitar 600 millones de pesos para archivar una investigación relacionada con la compra irregular de vehículos blindados para la Unidad Nacional de Protección (UNP). Aunque Monsalve ha negado categóricamente las acusaciones, este caso sigue siendo utilizado por sus críticos para cuestionar su credibilidad.
En 2022, también denunció un intento de traslado al departamento de la Fiscalía en Putumayo, alegando que esta medida buscaba impedir que imputara cargos contra dos empresarios en Bogotá. Aunque Monsalve nunca reveló la identidad de estas personas, el caso despertó sospechas sobre posibles interferencias externas en las investigaciones judiciales.
Un mensaje de indignación
En la carta de renuncia presentada a la Fiscalía, Monsalve reiteró su descontento con la institución y expresó su frustración por el estado actual del sistema judicial colombiano. “Los motivos que me llevan a tomar esta decisión es la profunda tristeza y desolación de ver cómo una entidad que le pertenece a los colombianos (…) no es más que un antro de impunidad”, señaló en el documento que compartió públicamente.
En el mismo texto, la fiscal dejó claro que su renuncia no está relacionada con un accionar negativo de su parte, sino con lo que considera una “persecución” en su contra. “Me les convertí en una fiscal desobediente y en el terror de los corruptos a quienes ellos amparaban”, afirmó Monsalve, aludiendo a los valores que, según ella, siempre han guiado su trabajo en el organismo.
¿Qué sigue para la Fiscalía y para Monsalve?
La renuncia de Angélica Monsalve deja en evidencia las tensiones internas que persisten en la Fiscalía General de la Nación y plantea interrogantes sobre la capacidad de la institución para enfrentar sus propios desafíos éticos y operativos. La salida de una figura crítica como Monsalve podría tener repercusiones en las investigaciones en curso y en la percepción ciudadana sobre la independencia y transparencia de la entidad.
Por su parte, Monsalve aseguró que seguirá defendiendo los principios de justicia y moralidad que, en sus palabras, la llevaron a enfrentarse al sistema. Sin embargo, su futuro profesional y el desenlace de los procesos legales en su contra aún están por definirse.
La renuncia de Monsalve no solo expone las fracturas internas de la Fiscalía, sino que también invita a reflexionar sobre el estado de la justicia en Colombia. ¿Será este el punto de partida para un cambio estructural en la institución o, por el contrario, un reflejo de un problema más profundo que seguirá latente?
