La plenaria de la Cámara de Representantes ha aprobado de manera unánime y en último debate la ley Ángel, un proyecto que ahora pasa a sanción presidencial y que marca un antes y un después en la legislación sobre protección animal en Colombia. Esta ley, promovida por la senadora Andrea Padilla, busca establecer sanciones más severas para quienes cometan actos de crueldad contra los animales, reforzando así la lucha contra la impunidad en estos casos.
Pilares fundamentales de la ley Ángel
Esta nueva normativa se sostiene sobre tres ejes fundamentales:
- Fortalecimiento sancionatorio policivo: se establecen medidas para garantizar una respuesta rápida y efectiva ante denuncias de maltrato.
- Incorporación del componente pedagógico: incluye capacitaciones obligatorias para jueces, fiscales e inspectores de Policía en materia de protección animal.
- Refuerzo del componente penal: endurece las penas para agresores de animales, con sanciones de hasta 56 meses de cárcel para quienes los maten y hasta 42 meses para quienes los hieran gravemente.
Además, la ley contempla la creación de la Ruta Nacional de Atención al Maltrato Animal, una estrategia que permitirá gestionar denuncias de forma ágil y efectiva en todo el territorio nacional.
Maltrato animal y violencia interrelacionada
Durante el debate en la Cámara de Representantes, el congresista Juan Carlos Wills destacó la conexión entre el maltrato animal y otros tipos de violencia. «Quienes cometen delitos contra los animales también resultan vinculados en delitos de violencia de género, intrafamiliar y dentro del hogar», señaló Wills, subrayando la urgencia de endurecer las penas y de generar conciencia sobre la importancia de la protección animal.
Sanciones más severas para los agresores
Entre los puntos más destacados de la ley Ángel se encuentran:
- Mayor rapidez en la atención de denuncias sobre maltrato leve.
- Prohibición para los condenados de tener mascotas entre 5 y 7 años.
- Reducción de multas si el agresor toma un curso sobre bienestar animal.
Con estas medidas, el Estado busca cerrar brechas legales que han permitido que muchos casos de maltrato animal queden en la impunidad.
El caso que inspiró la ley Ángel
El nombre de la ley proviene de la historia de Ángel, un perro que se convirtió en un símbolo de lucha contra el maltrato animal en Colombia. En octubre de 2021, Ángel fue brutalmente atacado en Saboyá, Boyacá, por un hombre que le arrancó el 80% de su piel y lo dejó abandonado en estado crítico.
Gracias a la Asociación de Protección Animal Mi Mejor Amigo, el canino recibió atención médica y pudo sobrevivir a más de 15 cirugías y un largo proceso de rehabilitación. Sin embargo, el 11 de febrero de 2024, tres años después de su agresión, Ángel falleció debido a un paro cardiorrespiratorio, dejando tras de sí una huella imborrable en la lucha por la protección animal en Colombia.
Pese a la identificación del agresor, este sigue libre, una situación que evidencia la necesidad de reformas legales contundentes como la ley Ángel.
Un futuro más seguro para los animales
Con la inminente sanción presidencial, la ley Ángel representa un gran avance en la defensa de los derechos de los animales en Colombia. Esta legislación no solo endurece las penas, sino que también busca educar y sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia del respeto hacia todas las formas de vida.
La pregunta ahora es: ¿será esta ley suficiente para erradicar la violencia contra los animales, o hará falta una mayor aplicación de la justicia para lograr un cambio real?
