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Los científicos han descubierto un «potencial cambio de paradigma» en la prevención de la diabetes, gracias a una popular fruta tropical que se encuentra en los supermercados y cultivos colombianos.
Un nuevo estudio sugiere que comer mangos todos los días reduce la resistencia a la insulina en adultos con sobrepeso, protegiéndolos potencialmente de la diabetes tipo 2.
Comer mango ayuda en la diabetes
Según una nueva investigación, comer alrededor de 100 calorías (o dos tazas) de mango todos los días podría ayudar a reducir los niveles de concentración de insulina y mejorar la sensibilidad a la insulina tanto en personas con sobrepeso como obesas.
Los niveles elevados de insulina, que ayudan a regular el azúcar en sangre, pueden ser una señal de alerta temprana de resistencia a la insulina. La sensibilidad a la insulina se refiere a la eficacia con la que las células del cuerpo responden a la insulina, y una mayor resistencia conduce a niveles más elevados de azúcar en sangre.
Los investigadores dicen que sus hallazgos enfatizan cómo cambios simples en la dieta pueden tener impactos significativos en el riesgo de enfermedades crónicas.
La autora principal del estudio, la profesora Indika Edirisinghe, profesora de Ciencia de los Alimentos y Nutrición en el Instituto de Tecnología de Illinois, dijo: «Controlar la glucosa en sangre no se trata solo de monitorear los niveles de azúcar en sangre, se trata de mejorar la sensibilidad a la insulina.
Nuestro estudio sugiere que agregar mangos frescos a la dieta puede ser una forma sencilla y agradable para las personas con sobrepeso u obesidad de favorecer una mejor función de la insulina y reducir el riesgo de diabetes tipo 2″.
El estudio analizó a 48 participantes de entre 20 y 60 años. Los investigadores investigaron cómo el mango fresco se compara con un alimento con calorías equivalentes (un postre tipo sorbete) sobre la inflamación y la sensibilidad a la insulina.
A los participantes adultos con sobrepeso y obesidad y con inflamación crónica de bajo grado se les indicó que mantuvieran su dieta y estilo de vida normales durante las cuatro semanas que duró el estudio. El equipo descubrió que las personas que comían mangos a diario experimentaron reducciones «significativas» de la resistencia a la insulina.
El profesor Edirisinghe añadió: «La mejora en la sensibilidad a la insulina en el grupo del mango, sin cambios en el peso corporal, es notable, lo que contradice los conceptos erróneos sobre el contenido natural de azúcar del mango y su impacto en la obesidad y la diabetes.
Estos hallazgos respaldan investigaciones anteriores que muestran que comer mango no conduce al aumento de peso, y aunque aún se desconoce el mecanismo exacto, el papel del estado antioxidante mejorado por el consumo de mango puede ser el factor mediador en el control de la glucosa en sangre».
El estudio fue publicado en la revista Nutrients.
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