Colombia se encuentra en alerta ante el potencial ciclón tropical número 18, una tormenta que podría afectar a múltiples departamentos del Caribe colombiano en las próximas horas. Las autoridades locales, bajo el liderazgo de la Mesa Técnica de Alerta por Ciclones Tropicales, han emitido advertencias para diez departamentos del país, destacando la necesidad de activar protocolos y planes de contingencia en zonas de alto riesgo. La formación de este ciclón en el Caribe es una amenaza que trae consigo fuertes lluvias, vientos y un incremento en la altura del oleaje, factores que podrían generar emergencias en la región.
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Avances y trayectoria del ciclón tropical número 18
El fenómeno climático, que comenzó su trayectoria en el Caribe, continúa su desplazamiento hacia el norte con alta probabilidad de convertirse en tormenta tropical, según informó la Mesa Técnica de Alerta por Ciclones Tropicales en un boletín reciente. «El potencial ciclón tropical número 18 sigue desplazándose hacia el norte, con alta probabilidad de alcanzar la categoría de tormenta tropical durante el día de hoy», indicaron las autoridades, alertando sobre la posible formación de un ciclón tropical que impactaría no solo en el mar Caribe sino en zonas continentales y en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
En el boletín, la Mesa Técnica de Alerta por Ciclones Tropicales enfatizó en la “probable ocurrencia de abundantes precipitaciones en la zona marítima del Caribe colombiano, así como lluvias importantes en la alta Guajira”. Esto implica un riesgo inminente para los departamentos de La Guajira y Cesar, los cuales se encuentran en estado de «Aviso» debido al pronóstico de lluvias intensas y a las posibles afectaciones en zonas cercanas a la Sierra Nevada de Santa Marta.
Medidas de prevención y protocolos en zonas de alto riesgo
Para mitigar el impacto de las lluvias y vientos asociados con el ciclón, el Gobierno colombiano ha activado un estado de “Aviso” en los departamentos de La Guajira, Cesar y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Este estado de alerta requiere que el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD) mantenga activos sus protocolos de emergencia, planes de contingencia y acciones de monitoreo constante. La activación de estos protocolos busca minimizar los riesgos asociados con posibles inundaciones, movimientos en masa y crecientes súbitas en zonas vulnerables de estas regiones.
En particular, el Gobierno ha llamado la atención sobre las zonas montañosas y costeras de La Guajira, donde los deslizamientos de tierra y la crecida de ríos representan una amenaza significativa. En la Sierra Nevada de Santa Marta, se han intensificado las recomendaciones a las autoridades locales para implementar medidas preventivas adicionales y garantizar la seguridad de las comunidades aledañas, así como de los ecosistemas que podrían verse afectados por el desbordamiento de cauces y la alteración de los suelos.
Además de los protocolos para manejar emergencias por lluvias, la Mesa Técnica instó a las autoridades a prepararse para enfrentar los efectos de fuertes vientos, oleaje elevado y mar de leva. Este último, común en eventos de ciclones, podría afectar severamente las actividades marítimas y causar daños en las infraestructuras costeras. Las entidades marítimas y pesqueras de la región también han sido advertidas para limitar sus actividades hasta nuevo aviso, ante el riesgo de condiciones climáticas adversas en el Caribe.
Restricciones en zonas turísticas y alertas en el resto de la región Caribe
En los departamentos de Magdalena, Bolívar, Atlántico, Sucre, Córdoba, Antioquia y Chocó, la situación de emergencia climática ha llevado a declarar una fase de «Alistamiento». En esta fase, las autoridades locales tienen la responsabilidad de restringir la movilización de turistas en áreas de alta exposición, tales como parques nacionales naturales, playas y otros espacios turísticos frecuentados, debido al riesgo de vientos y oleaje peligrosos. La temporada de lluvias en el Caribe colombiano suele incrementar los riesgos en estas zonas, y las alertas actuales buscan evitar accidentes o situaciones de emergencia durante el fenómeno.
La decisión de restringir el acceso en áreas turísticas responde a la importancia de proteger tanto a los visitantes como a los habitantes locales. En esta línea, la Mesa Técnica también ha pedido que se refuercen las medidas de vigilancia en los sitios de mayor afluencia, para garantizar que el personal esté preparado y pueda evacuar rápidamente a las personas en caso de necesidad.
En el caso del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde los ciclones han causado destrucción en años recientes, las autoridades locales mantienen vigilancia permanente y han implementado alertas tempranas que les permitan reaccionar rápidamente ante cualquier cambio en las condiciones climáticas. Las alertas y medidas de precaución se han intensificado en respuesta a la amenaza latente de fenómenos meteorológicos como el ciclón tropical número 18.
Desafíos para el Caribe colombiano frente al cambio climático
La situación actual evidencia los desafíos climáticos que enfrenta el Caribe colombiano en medio de la temporada de huracanes y ciclones. Los fenómenos tropicales en la región Caribe, que incluyen tormentas y ciclones, han mostrado un incremento en frecuencia e intensidad en los últimos años, un hecho que está vinculado al impacto del cambio climático en los patrones meteorológicos globales. Este fenómeno afecta especialmente a las poblaciones costeras y a las zonas insulares, que dependen de sus recursos naturales y están expuestas a los embates de la naturaleza.
Colombia, siendo uno de los países que está en la ruta de estos fenómenos en el Atlántico, ha estado adoptando políticas de adaptación climática y programas de concientización en las comunidades costeras para enfrentar estos retos. La gestión del riesgo de desastres ha sido clave en este proceso, donde los comités locales han trabajado en conjunto con la SNGRD para capacitar a la población en prevención y reacción ante situaciones de emergencia.
Ante la posibilidad de que el ciclón tropical número 18 se transforme en tormenta, la pregunta en la mente de todos es: ¿cuál será el impacto real de este fenómeno en las comunidades del Caribe colombiano? Con los protocolos activados y las autoridades en máxima alerta, el país se prepara para enfrentar la fuerza de la naturaleza y proteger a sus habitantes.