Humberto de la Calle, reconocido por su papel como exjefe negociador de los Acuerdos de Paz de La Habana y excandidato presidencial, sacudió el panorama político colombiano al presentar su renuncia irrevocable al Congreso de la República este lunes, 27 de enero. Este anuncio, oficializado mediante una carta dirigida al presidente de la corporación, Efraín Cepeda, podría tener efectos significativos en el contexto político preelectoral.
Con esta decisión, De la Calle busca, en sus propias palabras, alcanzar una mayor “libertad e independencia frente a los sucesos políticos que ocurrirán a partir de este año”. La noticia llega en un momento en que se intensifican las tensiones dentro de su partido y los movimientos de cara a los comicios del 2026 empiezan a cobrar protagonismo.
Un paso más hacia la independencia
La renuncia de De la Calle al Congreso está ligada a su incomodidad con el Partido Verde Oxígeno, fundado por Ingrid Betancourt. Su relación con la colectividad ha estado marcada por tensiones que incluso lo llevaron a ser expulsado y luego reintegrado por orden del Consejo Nacional Electoral (CNE). Este episodio tuvo como origen el desacuerdo con la decisión del partido de declararse en oposición al gobierno de Gustavo Petro, una postura que ni De la Calle ni el representante Daniel Carvalho compartían, prefiriendo mantener su independencia.
El escenario de la doble militancia también parece haber influido en su decisión. Con su renuncia, De la Calle evita respaldar propuestas con las que no comulgue y, al mismo tiempo, abre la posibilidad de incursionar en otros proyectos políticos.
En este contexto, Daniel Carvalho expresó su tristeza por la salida de quien considera “el último gran estadista que le queda al país”. Destacó su sabiduría y experiencia, afirmando que De la Calle ha sido un ejemplo de servicio público.
Movimientos preelectorales y tensiones internas
La renuncia de De la Calle también pone en evidencia los movimientos internos de varios sectores políticos ante la cercanía del 31 de enero, fecha límite para quienes deseen cambiar de partido sin quedar inhabilitados para las elecciones del 2026. Este plazo, establecido un año antes de la inscripción de candidaturas, genera un ambiente de incertidumbre y posibles reconfiguraciones.
Además de De la Calle, otros congresistas podrían seguir el mismo camino, especialmente aquellos que no se sienten representados por las decisiones o posturas de sus partidos actuales. En el caso del Partido Verde Oxígeno, su relación con Ingrid Betancourt ha sido un punto álgido. La lideresa ha enfrentado críticas internas por su estilo de liderazgo y decisiones políticas, lo que ha generado divisiones en la colectividad.
Por otro lado, el panorama político general también está influenciado por los planes de las principales fuerzas partidarias, que ya comienzan a perfilar candidatos y alianzas. La renuncia de figuras como De la Calle podría recalibrar algunas estrategias, especialmente en sectores progresistas e independientes que ven en él un referente de experiencia y conocimiento.
De la negociación de paz al futuro político
El legado de Humberto de la Calle está profundamente ligado a los Acuerdos de Paz de La Habana, donde jugó un papel crucial como jefe negociador. Su capacidad para liderar procesos complejos y construir consensos ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, también ha enfrentado críticas por sectores que consideran que el proceso de paz ha tenido falencias en su implementación.
Ahora, fuera del Congreso, se abre un nuevo capítulo en su carrera. Aunque De la Calle no ha anunciado formalmente sus próximos pasos, su renuncia deja entrever una posible candidatura presidencial o la participación en la consolidación de una coalición independiente que busque ofrecer una alternativa en las elecciones del 2026.
En sus declaraciones, ha insistido en la importancia de actuar con independencia y coherencia, principios que han guiado su trayectoria política. Este enfoque podría convertirlo en una figura clave para atraer a sectores descontentos con las opciones tradicionales.
¿Qué esperar en el corto plazo?
Con el retiro de Humberto de la Calle y la posibilidad de más renuncias en los próximos días, el Congreso y los partidos políticos se enfrentarán a una etapa de ajustes y reacomodaciones. Las implicaciones de estas decisiones no solo afectarán el equilibrio de poder interno, sino también las estrategias de cara a los comicios.
La pregunta que queda en el aire es si De la Calle logrará consolidar un nuevo proyecto político capaz de influir en el panorama nacional. Su experiencia y reputación lo posicionan como un líder con el potencial de articular alianzas y movilizar sectores clave.