El volcán Los Aburridos, ubicado en el corregimiento San José de Mulatos, en los límites entre Turbo, Necoclí y San Pedro de Urabá, sorprendió a sus habitantes con una fuerte erupción a las 5:00 de la tarde. El sonido y la llamarada tomaron por sorpresa a la población, que describió el estruendo como el ruido de un “avión fantasma” surcando las montañas. Esta explosión de lodo y gases generó alarma en la zona y activó la respuesta de autoridades locales y departamentales, que inmediatamente dispusieron un operativo para evaluar la magnitud de la erupción y verificar las condiciones de seguridad en los caseríos vecinos.
Respuesta de las autoridades y evaluación de la situación
Alexánder González, secretario general de San Pedro de Urabá, informó que los bomberos y personal de emergencias se trasladaron a la zona afectada para realizar una inspección detallada. Según González, el material volcánico expulsado cayó principalmente en dirección a Necoclí, y existe un pequeño caserío en el área que está bajo observación para descartar riesgos. «El material volcánico cayó hacia los lados de Necoclí, y estamos trabajando en la verificación porque en la zona hay un caserío pequeño”, declaró el funcionario.
Ante esta emergencia, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, también se manifestó. En su cuenta de X (anteriormente Twitter), informó que el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (DAGRAN) ya estaba activado y preparado para brindar apoyo a las comunidades afectadas. También indicó que mantienen contacto con la Fuerza Aérea, quienes evaluarán posibles operaciones de rescate y asistencia en caso de que la situación lo amerite.
Los pobladores de la región compartieron sus testimonios sobre el aterrador momento en que el volcán entró en actividad. Muchos mencionaron que el sonido se asemejaba al de un “avión fantasma” y que luego se podía ver el “candeleo entre las montañas”, describiendo la incandescencia generada por la erupción. Debido al derrame de material volcánico, se cerró la carretera que conecta San Pedro de Urabá con Necoclí, y las autoridades recomendaron evitar su uso mientras se realizan trabajos de limpieza y evaluación del estado del camino.
Impacto en la población: lesiones y evacuaciones preventivas
Aunque no se reportaron pérdidas humanas ni heridos de gravedad, el Consejo de Seguridad departamental informó que cinco personas se desmayaron por el impacto emocional y otras dos sufrieron lesiones menores tras caer de una motocicleta mientras trataban de huir. Este tipo de reacción es común en episodios de actividad volcánica, dado el temor que estos eventos generan en la población.
El presidente Gustavo Petro también se pronunció, subrayando que el gobierno nacional está en alerta y coordinando las labores necesarias para atender la emergencia y determinar los daños. Petro indicó que las autoridades se encuentran activamente desplegadas en la zona, tanto para prestar ayuda a las comunidades afectadas como para realizar un monitoreo exhaustivo de la situación.
La ciencia detrás de la erupción: causas y riesgos de los volcanes de lodo
Para comprender mejor las razones detrás de esta erupción, el geólogo Carlos Alberto Vargas ofreció una explicación sobre la actividad volcánica en el San José de Mulatos, donde se encuentra el volcán Los Aburridos. Vargas explicó que este fenómeno se debe a una acumulación de presión subterránea, característica de la región de los volcanes de lodo. Estos volcanes son parte de un cinturón volcánico que llega hasta el mar Caribe, y su actividad no se parece a la de los volcanes tradicionales que expulsan lava.
En estos volcanes de lodo, la combinación de sedimentos orgánicos y gases como metano y dióxido de carbono genera una presión que, al encontrar una vía hacia la superficie, provoca explosiones de lodo y gas. “La zona está enriquecida con materia orgánica que, al descomponerse, produce grandes cantidades de metano y dióxido de carbono. Cuando estos gases suben, encuentran el camino hacia la superficie y ocasionan explosiones de lodo y gas”, explicó el geólogo, quien añadió que el calor interno actúa como un “cocinador” de estos materiales, aumentando la presión.
Para Vargas, esta es una realidad geológica con la que las comunidades deben aprender a convivir. Asimismo, enfatizó la importancia de que las autoridades implementen una planificación urbana adecuada, con el fin de evitar que la población habite en zonas de riesgo. Esto resulta esencial en regiones como Antioquia, donde los volcanes de lodo son comunes y la actividad volcánica se puede intensificar por factores naturales, como ondas sísmicas, que afectan la estructura de las rocas y provocan liberación de gases.
El reto de vivir junto a volcanes activos: ¿qué sigue para las comunidades en riesgo?
El episodio de erupción del volcán Los Aburridos vuelve a poner en el centro de atención la necesidad de contar con sistemas de alerta temprana y medidas de seguridad adecuadas para proteger a la población en caso de futuros eventos similares. Las comunidades en estas áreas conviven con un riesgo constante, y la educación sobre los posibles efectos de estos fenómenos es crucial para reducir el impacto en la población.
Con las carreteras afectadas y el temor latente de una nueva actividad volcánica, la situación en Turbo, Necoclí y San Pedro de Urabá sigue bajo observación, y las autoridades locales y nacionales continúan trabajando para mitigar los riesgos y restaurar la normalidad en la región. ¿Podrán los habitantes de la región adaptarse a las condiciones de un entorno geológicamente activo, o será necesario reconsiderar las políticas de planificación territorial en el área? Esta pregunta persiste, mientras las comunidades aguardan con cautela los resultados de las evaluaciones y medidas de protección.