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Marino Hinestroza es un jugador del fútbol colombiano que actualmente debuta con el equipo Atlético Nacional en la Categoría A del Fútbol Profesional Colombiano (FPC). Hoy, su historia es interesante, especialmente por su reciente llamado la selección Colombia de mayores.
Marino Hinestroza comenzó su recorrido por el fútbol a una temprana edad, a pesar de las dificultades que enfrentaba en su familia. Estas adversidades, sin embargo, lo convirtieron en un jugador más valioso y capaz dentro de la cancha.

El fútbol salvó su vida a Hinestroza
A los 9 años, Marino empezó a trabajar en el sector de la construcción para poder colaborar con su familia, que atravesaba una situación económica difícil.
Aunque trabajaba en construcción, siempre tuvo un sueño claro: convertirse en futbolista profesional. Comenzó a jugar al fútbol en las escuelas deportivas de su barrio, y fue allí donde forjó su camino deportivo.
En 2015, como si fuera una profecía, Marino publicó una foto en su Facebook vistiendo la camiseta de Atlético Nacional, mencionando que lo que llevaba puesto lo llevaría lejos. Hoy, su sueño se ha hecho realidad, y debuta con este equipo en la Categoría A.
Sin embargo, Marino tuvo que enfrentar varios obstáculos en su vida personal.
En 2016, su padre fue detenido y enviado a prisión. Además, Marino sabía que, debido a la situación económica de su familia, la universidad no era una opción. Por eso, decidió enfocar todos sus esfuerzos en el fútbol.
Con solo 16 años, debutó en la Segunda División del fútbol colombiano con Orzomarso, donde demostró que cuando tenía la pelota, dejaba a todos en silencio. En 2019, llegó a las inferiores del América de Cali, donde hizo su debut oficial en el fútbol profesional colombiano (FPC).
Tras su paso por el América de Cali, Marino jugó para Palmeiras de Brasil, donde pudo perfeccionar su técnica. Sin embargo, un golpe duro en su vida le dio un giro inesperado. Mientras jugaba en Brasil, su hermano fue detenido y también terminó en prisión.
En 2022, el Pachuca de México lo fichó, y Marino comenzó a jugar con el equipo, con el que ganó el torneo, obteniendo así su primer título como futbolista profesional.
En 2024, Atlético Nacional lo fichó por 2 millones de euros. Al llegar al equipo, los entrenadores rápidamente vieron el potencial de Marino. En menos de seis meses, el equipo logró ganar la Liga BetPlay, la Copa y la Superliga con él en la cancha.
Gracias a su rendimiento, Marino fue convocado para debutar con la selección colombiana de fútbol de mayores. A pesar de todo lo logrado, Marino menciona que uno de sus mayores deseos es poder tener a su hermano a su lado para poder celebrar juntos los títulos que ha alcanzado.
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