A medida que se aproxima el 10 de enero , fecha programada para la posesión presidencial en Venezuela, la crisis política alcanza un punto álgido. El oficialismo y la oposición han llamado a manifestaciones masivas para el jueves 9 de enero, marcando un día clave en la disputa por el poder. Diosdado Cabello , ministro de Relaciones Interiores y figura clave del oficialismo, anunció la movilización durante una rueda de prensa el 6 de enero. Según Cabello, esta marcha es “una celebración de la continuidad democrática y el apoyo al presidente Nicolás Maduro”.
Por otro lado, María Corina Machado, líder opositora, también convocó a sus seguidores para la misma fecha, enfatizando en sus redes sociales la importancia de expresar rechazo al régimen. “Este 9 de enero, todos a las calles, en Venezuela y el mundo, por la libertad”, declaró Machado . La convocatoria opositora busca respaldar al líder político Edmundo González Urrutia , quien asegura haber ganado las elecciones presidenciales, a pesar de los resultados oficiales que proclaman a Maduro como ganador.
El panorama se complica aún más con la orden de captura y una recompensa de 100.000 dólares emitida por la Fiscalía venezolana contra González Urrutia. A pesar de esto, el opositor ha declarado que regresará al país para “asumir el cargo de presidente” el próximo 10 de enero. Mientras tanto, ha estado en una gira internacional por Argentina, Estados Unidos y Uruguay , buscando apoyo político en un intento de legitimar su reclamo al cargo.
La comunidad internacional también está dividida. Mientras países aliados de Maduro , como Rusia y China , apoyan la continuidad del mandatario, otras naciones han expresado dudas sobre la transparencia de las elecciones. “Venezuela enfrenta un momento crítico en su historia democrática”, opinó un analista político.
El conflicto se intensifica con la coexistencia de dos actos de posesión previstos para el mismo día. Maduro tiene el respaldo del Consejo Nacional Electoral, pero González Urrutia cuenta con el apoyo de sectores de la oposición que denuncian fraude. Ambas facciones buscan movilizar a sus seguidores en un ambiente tenso que podría derivar en enfrentamientos.
El jueves 9 de enero será una jornada determinante, con movilizaciones que podrían marcar el rumbo político del país. La atención internacional está puesta en Venezuela, donde el desenlace de esta crisis tendrá repercusiones más allá de sus fronteras.