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El consumo de alcohol, una práctica socialmente aceptada en Colombia y el mundo, podría tener consecuencias más graves de lo que se pensaba. Una reciente investigación publicada por la Academia Estadounidense de Neurología advierte que ingerir ocho o más tragos a la semana podría aumentar considerablemente el riesgo de sufrir daños cerebrales que afectan la memoria y la capacidad de razonamiento.
El estudio, liderado por el doctor Alberto Fernando Oliveira Justo de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo en Brasil, analizó los cerebros de más de 1.700 personas fallecidas, con un promedio de 75 años de edad. Según los hallazgos, quienes consumían más de ocho bebidas alcohólicas semanales presentaban 133% más probabilidades de desarrollar una condición conocida como arteriolosclerosis hialina, una lesión vascular relacionada con el deterioro cognitivo.
El impacto del alcohol en el cerebro según la ciencia
En términos sencillos, los expertos alertan que el consumo excesivo de alcohol puede desencadenar síntomas similares a los de la demencia, afectando procesos básicos como el pensamiento, la memoria y el juicio.
Además, los grandes consumidores de licor tendrían un 41% más de probabilidades de presentar biomarcadores asociados a la enfermedad de Alzheimer y, alarmantemente, morirían en promedio 13 años antes que quienes no bebían.
En esta investigación, una bebida estándar se definió como aquella que contiene aproximadamente 14 gramos de alcohol: lo que equivale a una lata de cerveza de 350 ml, una copa pequeña de vino de 150 ml o un trago de licor de 45 ml.
Aunque el estudio no demuestra una relación de causa y efecto directa, sí resalta una fuerte asociación entre el alcohol y el deterioro cerebral.
«Nuestro trabajo demuestra que el consumo excesivo de alcohol es dañino para el cerebro y puede traer consecuencias a largo plazo sobre la memoria y el pensamiento«, afirmó el doctor Justo.
Cabe aclarar que los datos sobre el consumo de alcohol fueron proporcionados por familiares de los fallecidos, lo que representa una limitante para la investigación.
Tampoco se contaba con registros médicos sobre la salud mental de los participantes antes de su muerte, por lo que los autores insisten en la necesidad de realizar más estudios que profundicen en esta relación.
Ocho bebidas a la semana, el nuevo límite de riesgo
En un país como Colombia, donde el consumo de bebidas alcohólicas es parte de diversas tradiciones y celebraciones, este tipo de advertencias cobran especial relevancia.
Reducir la ingesta de licor no solo podría mejorar la calidad de vida a largo plazo, sino también contribuir a una vejez más saludable y con menos riesgos de enfermedades neurológicas.
La investigación reafirma la importancia de moderar el consumo de alcohol y promover campañas de concienciación para proteger el bienestar mental de la población. Porque, aunque una copa en una celebración puede parecer inofensiva, la ciencia demuestra que los excesos sí pasan factura.
El estudio fue publicado en la revista American Academy of Neurology.
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