Colombia ha dado un paso histórico en la legislación matrimonial con la promulgación de la Ley 2442 del 27 de diciembre de 2024, que introduce el divorcio unilateral como una nueva causal para disolver un matrimonio. Desde ahora, cualquier ciudadano podrá solicitar el divorcio por su simple voluntad, sin necesidad de contar con el consentimiento de su pareja o justificar la decisión con causales tradicionales como infidelidad o violencia. Este cambio marca un antes y un después en el ejercicio de la autonomía y los derechos individuales dentro de las relaciones de pareja en el país.
La nueva causal: el derecho a decidir sobre el propio matrimonio
Con la inclusión del numeral 10 en el artículo 154 del Código Civil, la ley ahora permite que un matrimonio pueda disolverse simplemente por la voluntad de uno de los cónyuges, incluso si el otro no está de acuerdo. Según el texto de la norma, ya no será necesario probar razones como maltrato, infidelidad o separación prolongada, pues el desamor o la falta de afinidad emocional serán suficientes para solicitar la disolución del vínculo matrimonial.
El congresista David Luna, de Cambio Radical y autor del proyecto, explicó que esta iniciativa busca responder a una necesidad real de la sociedad colombiana. «Cualquier colombiano, hombre o mujer, en ejercicio de sus libertades, puede solicitar divorciarse de su pareja por mil razones, entre ellas, porque se le acabó el amor», señaló.
Este nuevo enfoque elimina barreras que en el pasado hacían que los divorcios fueran procesos largos y dolorosos. Hasta ahora, quienes deseaban separarse sin el consentimiento de su pareja debían probar causales específicas o recurrir a la separación de cuerpos, un procedimiento que requería una convivencia separada de al menos dos años y que, en muchos casos, implicaba mantener vínculos legales y económicos con una persona contra su voluntad.
Un avance en la protección de los derechos individuales
La congresista Katherine Miranda, quien también participó en la construcción de esta iniciativa, enfatizó que el divorcio unilateral tiene un enfoque especial en proteger a las mujeres, quienes históricamente han enfrentado mayores obstáculos para salir de matrimonios no deseados, especialmente en casos de violencia intrafamiliar.
“La ausencia de una causal que permita el divorcio por la voluntad de una de las partes limitaba el libre desarrollo de la personalidad y la dignidad humana», afirmó Miranda. Con esta ley, se espera que muchas mujeres puedan evitar procesos judiciales tortuosos o años de convivencia forzada con parejas abusivas.
El representante Julio César Triana, otro de los líderes del proyecto, destacó que esta nueva herramienta es crucial para combatir la violencia intrafamiliar. «El divorcio unilateral permitirá a muchas personas salir de relaciones tóxicas y peligrosas sin enfrentarse a la resistencia de su pareja, lo que en el pasado dificultaba la protección de sus derechos fundamentales», declaró.
Sin embargo, la ley no está exenta de críticas. Sectores conservadores del Congreso y líderes religiosos han expresado su desacuerdo, argumentando que esta legislación podría desincentivar el compromiso en el matrimonio y debilitar los valores familiares. El congresista Juan Manuel Cortés, uno de los opositores al proyecto, afirmó: «El matrimonio es sagrado y debemos protegerlo. Facilitar el divorcio unilateral puede promover la irresponsabilidad y la falta de esfuerzo en las relaciones».
Implicaciones para el sistema legal y social
Además de sus implicaciones sociales, esta ley también plantea desafíos para el sistema judicial colombiano. Ahora, cualquier ciudadano puede presentar una solicitud de divorcio en cualquier momento, sin necesidad de justificar su decisión ante un juez. Esto simplificará los trámites legales y reducirá los tiempos de resolución, pero también podría generar un aumento en el número de demandas de divorcio, lo que pondrá a prueba la capacidad del sistema judicial para atenderlas con eficiencia.
Por otro lado, los expertos en derecho de familia señalan que el divorcio unilateral no solo beneficia a las personas que buscan separarse, sino que también puede reducir los conflictos entre las partes. Al eliminar la necesidad de debatir las razones del divorcio en un juicio, se espera que muchas parejas logren acuerdos más rápidos sobre aspectos como la custodia de los hijos y la división de bienes.
Sin embargo, algunos abogados advierten que esta nueva causal podría ser usada de manera abusiva en ciertos casos, por ejemplo, para evitar cumplir con acuerdos económicos previos al matrimonio. Por esta razón, será fundamental que los jueces evalúen cuidadosamente cada caso para garantizar que no se vulneren los derechos de ninguna de las partes.
Un cambio necesario en una sociedad moderna
El divorcio unilateral representa un cambio significativo en la legislación colombiana y un reflejo de los valores de una sociedad que reconoce la autonomía individual como un derecho fundamental. Aunque algunos sectores se resistan a este cambio, es innegable que la ley responde a las realidades actuales de las relaciones de pareja, donde el amor y la convivencia ya no se entienden como obligaciones inmutables, sino como decisiones voluntarias que pueden cambiar con el tiempo.
En palabras de la representante Katherine Miranda, «esta ley no promueve el divorcio, pero sí garantiza que las personas tengan el derecho de decidir sobre sus vidas sin depender de la voluntad de otro».
A medida que Colombia avanza hacia un enfoque más equitativo y moderno en las relaciones humanas, la Ley 2442 será recordada como un paso clave en la defensa de la libertad y la dignidad de sus ciudadanos. La pregunta que queda abierta es: ¿cómo impactará esta ley en la percepción social del matrimonio y las relaciones a largo plazo?
