El pasado viernes 28 de junio, el departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia, se vio sacudido por el asesinato de Eyber Danilo Poto, hijo de Nelson Lemus, viceministro de Pueblos Étnicos. La tragedia ha sido confirmada por la organización indígena Asociación Minga y varias instituciones gubernamentales.
La Asociación Minga expresó su pesar en la red social X, denunciando el asesinato: “Con tristeza denunciamos el asesinato del hijo de Nelson Lemus: compañero, líder histórico de Cauca y hoy viceministro de Pueblos Étnicos en el Ministerio de Igualdad. Este crimen cometido por el Estado Mayor Central (EMC, principal disidencia de las Farc) evidencia su falta de compromiso con la paz. Nuestra solidaridad con el pueblo nasa”. Este mensaje resalta la constante amenaza que representan los grupos disidentes de las Farc para las comunidades indígenas y la paz en la región.
El Departamento Nacional de Planeación también lamentó profundamente el asesinato de Poto, reafirmando su compromiso con la paz: “La vida es sagrada y el camino a la paz no puede seguir enlodándose con sangre. Rechazamos categóricamente todo tipo de violencia en Colombia. Acompañamos en estos momentos difíciles a la familia”. El llamado a la paz y la condena de la violencia se hacen eco en las palabras de Mauricio Lizcano, ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, quien mostró “rotundo rechazo” y urgió a una pronta investigación para esclarecer el crimen.
Giovani Yule, director de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), destacó la importancia de la vida para las comunidades indígenas, afirmando: “Para los indígenas, la vida es sagrada. Que la memoria de Eyber Danilo Poto inspire la lucha por un país de dignidad, derechos y armonía”.
La condena al asesinato de Poto no se limitó a los funcionarios del gobierno. El partido Polo Democrático Alternativo también se pronunció en su cuenta de X, rechazando a quienes perpetúan la guerra y subrayando la necesidad de una paz real en Colombia. Congresistas y líderes indígenas se sumaron al repudio de este acto violento, compartiendo mensajes en redes sociales.
Aunque aún no se ha confirmado la autoría del asesinato, la región del suroeste de Colombia ha sido escenario de una oleada de violencia protagonizada por el EMC, ahora dividido en dos facciones. Hasta marzo, el EMC, liderado por ‘Iván Mordisco’, estaba en negociaciones de paz, pero la división interna ha llevado a una ruptura del diálogo con el gobierno colombiano, intensificando el conflicto en la región.