El gobierno de Javier Milei confirmó este miércoles que Argentina se retirará de la Organización Mundial de la Salud (OMS), citando discrepancias con la gestión del organismo, en particular durante la pandemia de COVID-19. La medida sigue el camino trazado por Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump tomó una decisión similar recientemente.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, explicó que la orden fue dada al canciller Gerardo Werthein y justificó la decisión afirmando que la OMS fue responsable de lo que Milei considera «el mayor experimento de control social de la historia». Además, sostuvo que Argentina no necesita financiamiento del organismo y que el retiro permitirá mayor independencia en políticas sanitarias.
El presidente ratificó su postura en redes sociales, escribiendo en X que «nunca olvidaremos que fueron los ideólogos de la cuarentena cavernícola». También calificó los confinamientos como «uno de los delitos de lesa humanidad más estrafalarios de la historia».
Un paso más en la alineación con Trump
Desde su llegada al poder, Milei ha buscado fortalecer la relación con EE.UU., rechazando alianzas previas como la entrada a los BRICS y explorando la salida del Acuerdo de París. La decisión de abandonar la OMS refuerza su estrategia de romper con organismos internacionales que, según su gobierno, atentan contra la soberanía nacional.
El portavoz del gobierno señaló que Argentina continuará en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lo que podría mitigar el impacto en la adquisición de vacunas y medicamentos. Sin embargo, Leandro Cahn, director de la Fundación Huésped, advirtió que la OMS proporciona a Argentina beneficios clave en prevención de enfermedades y acceso a tecnología médica.
Implicaciones económicas y políticas
A diferencia de EE.UU., que aporta cerca del 15% del presupuesto de la OMS, Argentina solo pagaba 10 millones de dólares anuales en cuotas de membresía. Sin embargo, su salida podría afectar futuros acuerdos de salud pública y restringir el acceso a programas de cooperación internacional.
En lo político, Milei ha consolidado su imagen como un firme aliado de Trump y la ultraderecha internacional. Su discurso en el Foro de Davos, donde criticó el feminismo, la ideología de género y el ambientalismo, generó reacciones mixtas a nivel global.
Con esta decisión, Argentina refuerza su giro ideológico y estratégico, alejándose de los organismos multilaterales y acercándose a la agenda conservadora liderada por Trump.