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Con la llegada de Carlos Fernando Galán a la alcaldía de Bogotá, la capital esperaba una gestión importante en el tema de las basuras, pero se enfrenta a un aumento alarmante en los puntos críticos de basura. La crisis es tan grave, que el concejal del Centro Democrático, Daniel Briceño, salió a cuestionar la gestión del alcalde.
Aunque el alcalde prometió transformar la ciudad en un lugar más limpio y seguro, los habitantes de Bogotá hoy se encuentran viviendo una realidad distinta, muchas más basuras, mayor contaminación y una gestión pública que parece no dar los resultados esperados.
Aumento crítico de basura en Bogotá
Desde que Carlos Galán asumió el cargo, los esfuerzos por mejorar el manejo de residuos en Bogotá no han logrado reducir la cantidad de basuras acumuladas en las calles.
De hecho, según los últimos reportes, la ciudad cuenta con más puntos críticos de basura que al momento de su posesión. Las zonas más afectadas incluyen sectores comerciales, zonas residenciales y áreas cercanas a parques y avenidas principales.
La ciudad, tiene 31 nuevos puntos críticos, antes de la llegada de Galán a la alcaldía, se registraban 635 puntos críticos de basura.
Promesas de campaña no cumplidas
En su programa de gobierno, aseguró que su administración abordaría con urgencia la problemática de la basura en las calles, prometiendo una intervención directa y eficaz en los puntos más afectados.
Sin embargo, tras casi un año de gestión, los resultados han sido desalentadores y aunque la administración distrital ha implementado diferentes estrategias para contrarrestar esta problemática, los resultados son aún limitados.
Los habitantes de Bogotá se sienten frustrados ante una situación que no parece mejorar y que sigue afectando su calidad de vida.
Las calles se han convertido en vertederos gigantes, lo que genera también desorden visual y problemas de salud pública. La acumulación de residuos en las vías públicas ha incrementado los focos de contaminación y ha favorecido la proliferación de roedores.
Por otro lado, el transporte público y la movilidad se ven igualmente afectados. Con las basuras dispersas en las principales vías de la ciudad, muchos peatones y ciclistas tienen que esquivar montañas de basura, lo que pone en riesgo su seguridad.
La ciudad destina alrededor de 60 mil millones de pesos al año para el manejo de residuos en los espacios públicos. Para financiar la recolección de basura y la limpieza de las calles, además de la programación del reciclaje, a pesar de tener este gran presupuesto, los puntos críticos de basura siguen creciendo.
Los bogotanos esperan que, en lo que resta de su mandato, se logren resultados tangibles que mejoren la calidad de vida y restauren la imagen de la capital como una ciudad limpia y ordenada.
Ayer estuvimos en Rafael Uribe Uribe atendiendo un punto crítico de basuras denunciado por la ciudadanía. Hoy, el equipo de la @Uaesp retiró escombros, madera, 25 llantas y más, sumando 7 m³ de residuos. El llamado es a no botar basura en la calles ni en los sumideros. Para… pic.twitter.com/fiZCNV1kcW
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) November 16, 2024
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