
La situación de Luciano Marín Arango, conocido como Iván Márquez , líder de la disidencia de las FARC denominada Segunda Marquetalia, sigue siendo un enigma para las autoridades colombianas. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez , declaró: «No tenemos conocimiento de inteligencia militar o de la Policía si ‘Iván Márquez está vivo o no», reflejando la falta de información concreta sobre su estado actual.
La última aparición pública de Márquez fue en noviembre de 2024, cuando difundió un video desmintiendo rumores sobre su fallecimiento. Desde entonces, no se ha tenido comunicación con él, y su paradero es desconocido incluso para la Oficina del Alto Comisionado para la Paz , liderada por Otty Patiño.
Fragmentación en la Segunda Marquetalia
La ausencia de Márquez ha generado tensiones internas en la Segunda Marquetalia. En noviembre de 2024, los Comandos de la Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico anunciaron su separación del grupo principal, citando diferencias irreconciliables con Márquez. Estos subgrupos formaron la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, manifestando su intención de continuar los diálogos de paz con el gobierno.
Esta escisión refleja la creciente fragmentación dentro de las disidencias de las FARC , complicando los esfuerzos del gobierno para avanzar en el proceso de paz. La falta de una figura central como Márquez dificulta la consolidación de acuerdos y la implementación de estrategias unificadas.
Impacto en las negociaciones de paz
La incertidumbre sobre la situación de Márquez ha afectado directamente las negociaciones de paz. El segundo ciclo de conversaciones entre el gobierno y la Segunda Marquetalia, previsto para octubre de 2024, fue suspendido debido a la falta de comunicación con el líder disidente. Armando Novoa, jefe negociador del gobierno, expresó su preocupación por la ausencia de Márquez en las discusiones.
A pesar de estos desafíos, el gobierno ha reiterado su compromiso con la «Paz Total», buscando mantener abiertos los canales de diálogo con los diferentes grupos armados. Sin embargo, la falta de claridad sobre el liderazgo y la dirección de las disidencias complica estos esfuerzos.
Reacciones políticas y sociales
La desaparición de Márquez ha generado diversas reacciones en el ámbito político. Algunos sectores critican la falta de resultados concretos en las negociaciones, mientras que otros enfatizan la necesidad de mantener el diálogo para evitar un resurgimiento del conflicto armado. La sociedad civil también ha expresado su preocupación por la seguridad en las regiones afectadas por la presencia de grupos armados ilegales.
En este contexto, el gobierno enfrenta el desafío de reconstruir la confianza en el proceso de paz, abordando las divisiones internas de las disidencias y garantizando la participación efectiva de todos los actores involucrados. La situación de Iván Márquez sigue siendo un factor clave en la evolución de estos esfuerzos.
Perspectivas futuras
La evolución del proceso de paz dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para adaptarse a la nueva configuración de las disidencias y establecer mecanismos de diálogo efectivos con los grupos emergentes. La comunidad internacional observa de cerca estos desarrollos, considerando su impacto en la estabilidad regional y la implementación de los acuerdos de paz.
Mientras tanto, la incertidumbre sobre el paradero de Iván Márquez continúa siendo un obstáculo significativo en el camino hacia una paz duradera en Colombia. La resolución de este misterio podría ser determinante para el futuro del proceso de reconciliación nacional.