Una estampida durante una celebración religiosa hindú en el norte de India ha dejado un saldo devastador: más de cien personas fallecieron y centenares resultaron heridas. La tragedia ocurrió en la ciudad de Hathras, ubicada a unos 140 kilómetros al sureste de Nueva Delhi, durante una festividad en honor a la deidad hindú Shiva.
«Hemos confirmado 116 muertes hasta el momento y estamos centrándonos en brindar auxilio y asistencia médica a las víctimas», indicó a la Agencia AFP el superintendente Chaitra V., de la ciudad de Aligarh, en el estado de Uttar Pradesh.
La celebración religiosa congregó a una gran multitud, creando condiciones peligrosas que desembocaron en una estampida mortal. En un inicio, las autoridades informaron sobre 27 víctimas, pero el número de fallecidos aumentó drásticamente a medida que se desarrollaban las labores de rescate y atención médica. Según Umesh Kumar Tripathi, un responsable médico, de las 27 primeras víctimas reportadas, 25 eran mujeres y dos hombres. Ante el aumento exponencial de fallecidos, aún no se ha determinado cuántos son hombres y mujeres.
«Muchos heridos también han sido ingresados», dijo Tripathi a la prensa. «La razón principal es una estampida durante un evento religioso».
Las autoridades locales y los servicios de emergencia respondieron rápidamente al incidente, trasladando a los heridos a los hospitales más cercanos y brindando primeros auxilios en el lugar. Los hospitales en la región están operando a plena capacidad para atender a las numerosas víctimas que sufrieron lesiones en la estampida.
El gobierno ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas de la estampida y las posibles negligencias en la organización del evento. Se están revisando las medidas de seguridad implementadas y la capacidad de gestión de multitudes de los organizadores. Las autoridades han prometido que se tomarán medidas severas contra los responsables si se encuentran irregularidades.
La tragedia ha provocado una ola de condolencias y solidaridad en toda India. Líderes políticos y religiosos han expresado su profundo pesar por las pérdidas y han prometido apoyo a las familias afectadas. El Primer Ministro Narendra Modi expresó su dolor por la tragedia y aseguró que se proporcionará toda la asistencia necesaria a las víctimas y sus familias.